Las Pequeñas Comunidades en Santa Mónica

Acorde con los criterios de la Nueva Evangelización, una pequeña comunidad estaría formada por entre 8 a 15 miembros, teniendo como propósito:

• El apoyo mutuo para el aprendizaje y la formación en la fe.
• Para leer las Sagradas Escrituras y reflexionar sobre lo leído.
• Para aplicar lo anterior en las circunstancias específicas de la vida de los integrantes.
• Para animarse mutuamente en el compromiso de trabajar en favor de la expansión de la fe y la defensa de ésta.
• Para orar y alabar a Dios en conjunto, recordando la frase evangélica de: “Donde dos o más están reunido en mi nombre yo estaré en medio de ellos” (Mateo, 18)

Como lo dice San Juan Pablo II, en Ecclesia in America: “En este contexto humano será también más fácil escuchar la Palabra de Dios, para reflexionar a su luz sobre los diversos problemas humanos y madurar opciones responsables inspiradas en el amor universal de Cristo” (n. 41)

Así pues, las pequeñas comunidades son fermento del Reino porque en ellas el desarrollo de sus miembros es integral, el yo es transformado en nosotros solidario, subsidiario y trascendente. En ellas crece la calidad humana y la calidad de vida.

En ellas se encuentra el mejor balance de vida, sintiéndose sus miembros queridos, útiles y con sentido de pertenencia y estabilidad emocional. El crecimiento espiritual ocurre cuando estudian el Evangelio para conocer más a Jesús y desarrollar una relación más íntima con El, buscando siempre una aplicación a la vida diaria, respetando a nuestros semejantes y al medio ambiente.