Después de tres años de no haberlo hecho, debido a la pandemia, el 25 de febrero, en el Salón San Agustín, se llevó a cabo el Retiro de Cuaresma; la emergencia sanitaria ha quedado en el recuerdo y nuevamente nos reunimos para compartir este tiempo de esperanza y amor.
En esta ocasión, los expositores nos ofrecieron una charla de lo que es conocer y reconocer a Jesús amigo. Un amigo busca nuestro bien, promueve el bien de la persona y es todo benevolencia, eso mismo es Jesús amigo, cuya amistad con nosotros se eleva a la enésima potencia, en Él se encarna la muestra viviente del cariño y amistad que Dios nos prodiga; se hizo hincapié en la importancia que tiene para nosotros hacernos buenos amigos de Jesús.
Para conocer a Jesús amigo tenemos los evangelios y gracias a la lectura de ellos iremos descubriendo a ese Dios Hijo que nos ofrece su amistad desinteresada; asimismo, no debemos idealizarlo viéndole como un ser puramente humano ni puramente divino, Jesús es Dios y hombre a la vez, tal como lo decimos en el Credo.
Desde que Dios estableció su alianza con Israel, al hacerlo pueblo suyo, ha acompañado a la humanidad durante toda su historia de salvación, ha sido una alianza de amistad, Dios no se ha cansado de ser fiel a esa alianza, Él guarda fidelidad a nosotros aunque nosotros no lo hagamos, olvidando ese pacto.
Conversión es lo que hacemos toda nuestra vida, porque cambiamos con el transcurso del tiempo, pero el cambiar estableciendo o restableciendo nuestra relación con Dios, quien nos da la gracia para hacerlo, es lo que llamamos en términos religiosos, conversión.
Poco a poco fuimos explorando los diferentes tipos de relación que se dan en nuestras vidas, como son el Eros, que es la atracción, atracción que sienten todos los seres humanos hacia otro; Filia que es el lazo de sangre, el amor generacional; Solidaridad que conlleva apoyo incondicional a causas justas, derechos y obligaciones; Ágape que es la amistad, se da con libertad, benevolencia y fraternidad, se goza ver al amigo, conversar y compartir pensamientos, amar es querer el bien del otro en cuanto otro y, querer el bien del otro, por voluntad esto es la benevolencia, la amistad nos dirige a la felicidad; por último la Caridad, que es gracia de Dios, nos permite ver en el otro lo que Dios ve en él, es la relación más extensa y más intensa de todas las mencionadas.
Meditamos en esta frase: Amar es aceptar el sacrificio de la Verdad, la Verdad es Jesús y Él ofreció su vida por nosotros; el amor implica no solo gozo sino también sufrimiento, es disfrutar el acompañamiento en las buenas y en las malas, Jesús nos dio la máxima muestra de amistad al morir en la cruz por nosotros; si queremos establecer nuestra propia alianza de amistad con Jesús, debemos ser receptores del amor de Dios.
Durante la Cuaresma, se nos ofrece la lectura de capítulos intensos de la sagrada escritura, mismos que desmenuzamos en grupos para encontrar su aplicación en la vida diaria, helos aquí: Juan 4, 5-42; Mateo 17, 1-9; Juan 9, 1-41; Juan 11, 1-45; Mateo 4, 1-11; en ellos, Jesús manifestó su compasión por los que le rodeaban, o bien, se mostró como el amigo que llora la pérdida de su amigo, o se conmueve ante el dolor humano, o le ayuda a superar dificultades.
Al terminar la explicación de los pasajes mencionados, por representantes de los equipos que se formaron, dio por terminado este Retiro de Cuaresma, dejando en los asistentes un mensaje de renovación de nuestro compromiso con Dios y con Jesús Amigo, como lo comentaron varias personas, al salir del salón.
Ahí tienes la invitación para que durante el resto de la Cuaresma reflexionemos en la necesidad de hacernos buenos amigos del Señor. ¿La vas a aceptar?
Colaboración: Mari Carmen Benítez R. Ministerio de Comunicación
