Skip to content Skip to footer

SAN EZEQUIEL MORENO 2025

Como ya es una costumbre, en la Comunidad de Santa Mónica se designan dos fechas para administrar la unción de los enfermos: la primera el 11 de febrero, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes y la segunda el 19 de agosto, fiesta del Santo mencionado, con el fin de, además de brindarles ese sacramento, hacerles sentir que no están solos, que no se les desprecia, que se les quiere dar acompañamiento, que no se les ha olvidado.

Ahora comprendemos que la unción de los enfermos es un sacramento para los vivos, destinado a brindar salud y paz, tanto física como espiritual. Esta comprensión ha transformado la antigua idea de que se trataba del “último sacramento”, reservado únicamente para quienes estaban a punto de morir. Esa visión llevó a muchos enfermos a rechazarlo, creyendo erróneamente que recibirlo significaba acelerar su partida. ¡Nada más lejos de la verdad!

Acojamos y pongamos en práctica las palabras que nos compartió Fray Melchor en su homilía del 19 de agosto: comprensión, ternura y cercanía. Son gestos que podemos brindar tanto a los enfermos como a quienes nos rodean, y que, al hacerlo, fortalecen el espíritu no solo de quien los recibe, sino también de quien los ofrece.

La fe es capaz de lograr lo imposible, y para quienes enfrentan el cáncer, San Ezequiel Moreno se ha vuelto un símbolo de esperanza y consuelo, un intercesor ante Dios para alcanzar la sanación o, recibir la fortaleza y serenidad necesarias para sobrellevar la enfermedad. Cabe destacar que cualquier persona enferma puede acudir a él en busca de ayuda, sin importar la dolencia que padezca.

Una breve semblanza de San Ezequiel nos ayudará a recordar la vida de este gran personaje miembro de la familia Agustino- Recoleta.

“Nació en Alfaro, provincia de La Rioja, España el 9 de abril de 1848, hijo de una familia humilde y muy devota, lo cual marcó la vida de Ezequiel, quien se sintió atraído desde pequeño, a la vida religiosa. Tuvo una niñez tranquila, jugaba y hacía travesuras; fue en la adolescencia donde se empezó a notar la diferencia con los chicos de su edad, ya que en más de una ocasión no fue a alguna fiesta por quedarse a cuidar a algún pariente o amigo enfermo.

A los 16 años ingresó al convento de Monteagudo, Navarra y cinco años después le enviaron como misionero a Filipinas, donde terminó su formación religiosa y  fue ordenado sacerdote en 1871. Le nombraron párroco y tiempo después predicador conventual de Manila; fue excelente administrador e impulsó las obras de caridad.

En 1885, regresó al convento de Monteagudo (España) como prior. Durante tres años trabajó por dejar en los jóvenes novicios el sello de la espiritualidad agustiniana y el amor hacia los pobres.

En 1888 fue enviado a Bogotá, Colombia donde permaneció 5 años como provincial de la orden, dedicándose a predicar y atender enfermos; realizó varios viajes a Casanare que era una región no explorada, para evangelizar y administrar los sacramentos.

En 1894, fue nombrado Obispo titular de Pinara y Vicario Apostólico de Casanare. En 1896, fue nombrado obispo de Pasto. Sus prédicas contundentes y su sencillez provocaron la burla de sus enemigos, incluyendo a algunos obispos, quienes lo atacaron por medio de la prensa local.

 

En 1905, le diagnosticaron cáncer y, ante las reiteradas súplicas de sus hermanos y de la gente que lo quería, regresó a España para operarse. Lamentablemente, la intervención fue muy dolorosa y no tuvo éxito. Ezequiel solía repetir en aquella etapa de enfermedad: “Dios mío, dame valor para sufrir por ti”.

Ezequiel Moreno Diaz murió el 19 de agosto de 1906. Fue beatificado por el Papa San Pablo VI en 1975 y el 11 octubre de 1992 fue canonizado por el Papa San Juan Pablo II durante la celebración del  V Centenario de  la Evangelización de América”. 1

Al término de la misa, se animó a los asistentes a quedarse un momento para convivir. Se les ofreció un refrigerio con fruta y aguas frescas, cortesía de los Ministerios de Adoración Eucarística e Intercesión de nuestra comunidad. Este sencillo gesto fortaleció el ambiente de fraternidad, inclusión y aprecio entre todos los presentes.

Cerramos  esta nota con una frase sobre San Ezequiel Moreno, que bien valdría la pena la considerasen quienes tienen la responsabilidad de guiar comunidades católicas:

“Fue modelo de pastores por su fidelidad a la iglesia y por su celo apostólico”. 2

Colaboración: Mari Carmen Benítez R. Ministerio de Comunicación.

Fotografía: Mari Carmen Santa Ana y Mari Carmen Benítez.

1) https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-celebramos-a-san-ezequiel-moreno-intercesor-de-los-enfermos-de-cancer-65275

2) https://www.vatican.va/news_services/liturgy/saints/ns_lit_doc_19921011_moreno-y-diaz_sp.ht

Leave a comment