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CORPUS CHRISTI MAYO 2024

CORPUS CHRISTI MAYO 2024

Como cada año, en nuestra comunidad de Santa Mónica, celebramos la fiesta de Corpus Christi, que ahora se llevó a cabo el 30 de mayo, la cual se celebra el jueves siguiente a la Solemnidad de la Santísima Trinidad, como se hace en parte de los países del mundo católico, aunque en muchos se celebra el domingo siguiente a la citada Solemnidad por diversos motivos, como el laboral.

 

Recordemos que Corpus Christi, palabras  que provienen del latín, significan Cuerpo de Cristo, y en ese día celebramos la real presencia, es decir, Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, de Nuestro Señor Jesucristo en la Eucaristía, festividad  que fue promovida por Santa Juana de Lieja en el S.XIII y  aprobada por el Papa Urbano IV.

¿ A qué de debe la importancia de la celebración de Corpus Christi? “La Eucaristía es la fuente y culmen de la vida cristiana” (Concilio Vaticano II, Lumen gentium, 11). En la Eucaristía, Jesús mismo vuelve a presentar Su Sacrificio en el Calvario (Lc 22,19-20; 1 Cor 11,26-29) para beneficio nuestro y se nos da en la Santa Comunión (Ex 16,4; Jn 6,1-14, 48-51), y se queda con nosotros hasta el fin de los tiempos (Lc 24,13-35; Mt 28,18-20). Viene a nosotros en esta humilde forma, haciéndose vulnerable por amor a cada uno de nosotros. Sin embargo, es Dios Mismo, y por tanto el Cuerpo y la Sangre de Cristo merecen nuestro mayor respeto y amor, y también adoración. En el himno Tantum Ergo” de Santo Tomás de Aquino, rezamos: Veneremos, pues, inclinados, tan grande Sacramento; y la antigua figura ceda el puesto al nuevo rito; la fe supla la incapacidad de los sentidos. San Francisco de Asís expresó: En este mundo, no veo al Altísimo Hijo de Dios pero sí a Su Santísimo Cuerpo y Sangre”. 1

En el templo de Santa Mónica se le dio a esta festividad el carácter sobrio y festivo a la vez, que denota la grandísima importancia de la adoración que le debemos al Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, comenzando con las flores que adornaron el recinto sagrado, continuando con la misa concelebrada por nuestros frailes fray Manuel Abecia M. Fray Melchor Benito B. y fray Gerardo Ruíz M.

En su homilía, fray Manolo, el celebrante, nos dijo que algunos grupos religiosos definen a la festividad como un simbolismo, pero eso es un error,  Corpus Christi  es la presencia de  real  de Cristo, quien dijo a sus apóstoles, al partir el pan “esto es mi cuerpo” y al beber el vino “esta es mi sangre”.  Por si fuera poco, el Señor nos lo demuestra por medio de los milagros eucarísticos, que se han manifestado en el mundo.

Al terminar la celebración eucarística, salimos del templo; encabezando la procesión, la Custodia con el Santísimo Sacramento  en manos de fray Melchor, marcó el camino hacia los atrios, en los cuales ya nos esperaban tres altares hermosamente decorados con flores y veladoras (el decorado fue elaborado por un grupo de fieles comprometidos) dando así realce a esta importante festividad.

En cada altar rezamos y cantamos exaltando la magnificencia de nuestro Rey eucarístico, uniéndonos así a la práctica que se lleva a cabo desde el S.XIV, como muestra de la suma importancia que tiene en nuestra vida la Eucaristía; en cada uno de los altares recibimos la bendición con el Santísimo Sacramento. Terminada la procesión, regresamos al templo, en donde, con toda solemnidad, se reservó al Santísimo en el sagrario.

Papa Francisco nos pide que demos ejemplo de caminar juntos, que es lo que significa la palabra sinodalidad, así pues, haciendo eco a sus palabras, invitamos a gente de otras parroquias, a fin de que nos acompañaran en esta celebración.

 

Como novedad, este año, el mismo grupo de fieles que decoró los altares, se dio a la tarea de preparar refrigerios,  en forma de aguas de frutas, así como fruta partida colocada en vasitos, todo lo cual fue ofrecido a los feligreses al terminar la procesión, mismos que agradecieron profundamente el detalle, ya que la ola de calor para muchos ha resultado agobiante.

Todo un acontecimiento resultó ser esta fiesta de Corpus Christi, en primer lugar y lo más importante, por exaltar la real presencia de Nuestro Señor Jesucristo en la Eucaristía, en segundo, por la compañía que nos dimos como Comunidad en esta celebración, en tercero, por el recibimiento que se dio a la feligresía en general, haciéndola sentir acogida y aceptada. ¡Que Corpus Christi nos mantenga unidos  en la fe, todos los días de nuestra vida!

Colaboración: Mari Carmen Benítez Rincón. Ministerio de Comunicación. Fotografía: Mari Carmen Santa Ana, Aurora Jiménez, Mari Carmen Benítez.

1)https://www.ewtn.com/es/catolicismo/fiestas-liturgicas/corpus-christi-20996

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