El día 13 de mayo el Consejo Pastoral Parroquial de nuestra Comunidad de Santa Mónica se reunió en una charla cordial con fray Carlos González Castellanos, prior de la Provincia de San Nicolás de Tolentino, a la cual pertenecemos.
Al verle, la gente que le conoce desde tiempo atrás, se manifiesta ante él con gusto y él, inmediatamente corresponde con una sincera sonrisa, -me siento entre amigos- , parece decir.
Ya sentados a la mesa, su rostro amable nos saluda y nos pide nos presentemos en forma breve, al término de la presentación, él hace lo propio, haciendo un breve resumen de las labores que como prior lleva a cabo, entre ellas: visitar las comunidades de la Provincia, animarles, llevar adelante los proyectos e intervenir cuando se presentan situaciones delicadas; comentó que hay gente mayor y alguno que otro enfermo y también hay gente joven, con capacidad de trabajo.
- A Dios gracias tengo un equipo muy bueno, muy sereno, que me acompaña, que me apoya, hace muchas tareas y el trabajar con un grupo así es una maravilla- nos indica fray Carlos. – Esta labor la llevaré a cabo por cuatro años, en esos cuatro años hago dos visitas: una fraterna y una de renovación, siendo esta más calmada ya que visito a todas las comunidades de manera individual, en esta ocasión estamos en la visita de renovación, permaneciendo 5 días en cada comunidad, aproximadamente; en los países donde no hay superior mayor debo hacer la visita todos los años, México/Costa Rica y Estados Unidos sí tienen superior mayor y por eso vengo cada dos años, Brasil, España (de donde soy superior mayor y por lo tanto debo visitar cada año), Inglaterra y China, país al que resulta difícil entrar por la situación que prevalece en contra del catolicismo. Nuestra provincia cuenta con 290 frailes- .
Nos dio palabras de agradecimiento por colaborar, cooperar con ellos, los agustinos recoletos; nos recordó los pilares de la iglesia que son: los sacramentos y liturgias y en ellos, algunos de nuestros miembros ayudan como Ministros de la Sagrada Eucaristía, la Hora Santa, la Intercesión; el segundo pilar es La Palabra, la evangelización en donde intervienen los catequistas, las pequeñas comunidades, las familias; el pilar de la caridad es el tercero y en él apoyan las personas que pertenecen a la Pastoral Socio Caritativa y finalmente la comunión, el caminar juntos con el rector.
Evidentemente, nos dice, ha cambiado notablemente la asistencia de la gente a las iglesias, así como el acercarse a los sacramentos, hay que situarse en la realidad y ver lo que podemos hacer. La juventud le ha comentado que no les interesa un sacerdote que sólo hable y hable, por lo tanto hay que ofrecerle la religión de una manera distinta; comentó que entre la juventud hay gran aceptación de la Adoración Eucarística, y que debemos escuchar a todos, sobre todo a los jóvenes, quienes tienen mucho que aportar.
Nos dice que su labor es la de llevar a todas las comunidades un mensaje, que es un mensaje de esperanza, necesitamos agarrarnos de la virtud teologal de la esperanza. Nos dice que San Agustín habla de las tres virtudes teologales que son fe, esperanza y caridad, como de tres hermanas que siempre van juntas, que no se pueden entender solas y que cuando una de ellas está fuerte, las tres lo están y cuando una de ellas está débil, también lo están las tres.
Necesitamos de esta esperanza para el camino y ser testigos de la esperanza. Debemos ser sembradores de la esperanza, quien vive las dificultades con esperanza las vive de manera más alentadora gracias a ese estilo diferente de vivir que no dio Dios. Por cierto, añadió , el Año Jubilar ha sido denominado por su Santidad Papa Francisco, Año de la Esperanza.
La esperanza tiene tres baluartes que son la confianza, el compromiso y la certeza; la confianza debe ser total en Dios y confianza inteligente en el hombre.
Nos recordó que todos tenemos dones y es importante que, además de identificarlos, los desarrollemos y los pongamos al servicio de la comunidad: yo coopero, me comprometo, yo pongo mis dones al servicio de mi familia, de mi comunidad, de mi iglesia. La esperanza nos lleva a comprometernos sabiendo que tenemos los talentos que podemos aportar a nuestra comunidad.
Debemos tener certeza de saber que viene un futuro mejor para uno mismo, para la familia, para la comunidad, para el país, la esperanza nos ayuda a no perder de vista los valores que hay, todo lo positivo que se encuentra a nuestro alrededor.
Nos invitó a compartir esta frase: como líderes que somos, debemos comunicar el mensaje de esperanza a toda nuestra comunidad; para finalizar nos animó a vivir en forma pacificadora, llevando alegría, llevando esperanza, llevando cariño y amor y, acto seguido, nos dio su bendición.
Esperamos que esta visita de nuestro prior de la Provincia de San Nicolás de Tolentino, así como sus palabras, sean alentadoras para la Comunidad de Santa Mónica.
¡Hasta pronto fray Carlos González Castellanos, Dios le bendiga y acompañe en su misión!
Colaboración: Mari Carmen Benítez R. Ministerio de Comunicación.
