Seguramente sabes que la Rectoría de Santa Mónica cuenta con un Consejo Pastoral y que éste a su vez se subdivide en una serie de ministerios los cuales atienden diversas necesidades de orden social, formación o catequesis, de oración, de apoyo espiritual, de uso de recursos ecológicos y muchos servicios más; recordemos que ministerio es servicio.
Dicho Consejo Pastoral se reunió en días pasados para prepararse a la visita pastoral que el Arzobispo Primado de México, Monseñor Carlos Aguiar Retes y los obispos auxiliares llevarán a cabo en fecha próxima.
El Papa Francisco hizo un llamado a todas las diócesis del mundo a caminar juntos, que es lo que significa la palabra sínodo, en lo que denominó “ Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. A fin de conseguir ese objetivo, las diócesis de todo el orbe convocaron a llevar a cabo asambleas parroquiales y así se está haciendo, al igual que en la Asamblea Eclesial Latinoamericana y en la Conferencia Episcopal Mexicana.
Las asambleas parroquiales son el inicio del proceso sinodal diocesano, el cual conlleva la escucha recíproca de todos los que formamos cada comunidad cristiana y el discernimiento de esa escucha, para poder presentar soluciones a los problemas en el área pastoral de nuestra arquidiócesis así como dilucidar la manera de resolverlos. Se trata de realizar una conversión misionera, a sabiendas de que “la Iglesia en salida” sabe que Cristo está fuera, en el hermano que se encuentra alrededor nuestro.
Fray Francisco Javier González Castellanos, nuestro rector, presentó nuestras intenciones de trabajo a Dios Nuestro Señor y pidió al Espíritu Santo nos iluminara, ya que sin Él, nuestra labor sería vana.
Utilizando la metodología de consensos, los coordinadores o representantes de cada ministerio, fueron repartidos en equipos. Resultó muy positivo el haber hecho una pequeña dinámica en cuanto a las expectativas que de esta reunión teníamos todos y cada uno de los participantes, lo cual relajó a la concurrencia, traduciéndose en ambiente de camaradería y cooperación.
Como previamente se nos había explicado, las dos vertientes en las cuales la Conferencia Episcopal Mexicana sugiere a las comunidades enfocarse, son la familia y la juventud; apoyándonos en la metodología de consensos, los equipos trabajamos en la familia en esta primera sesión.
Teniendo como base diez acciones a seguir, se llevó a cabo una votación para elegir la que pudiera ser más representativa y necesaria para nuestra comunidad. Muy interesante resultó ver que la mayoría se decantó por Programas formativos atractivos que correspondan a las necesidades de las familias.
Siguiendo el método citado, cada equipo desarrolló ideas, plasmando las más importantes y, por jerarquía, se fueron eliminando las que parecían menos notables; después de someter a votación y de establecer una relación recíproca manteniendo en mente qué idea favorecía más a la otra, llegamos al final del proceso que dio como resultado lo siguiente:
Para llevar a cabo Programas formativos atractivos que correspondan a las necesidades de las familias deberemos comenzar por utilizar un programa de mercadotecnia (marketing), que responda a todas las necesidades (de las familias), conocer la problemática de la zona, promover festividades religiosas y eventos culturales, formar agentes de pastoral familiar en los programas relativos a ello, promover la visión del hombre fundada en el amor, todo esto, para generar integración entre Iglesia y familias de todo tipo.
Lo anterior conlleva cooperación de parte de toda la comunidad de Santa Mónica, pero contamos con la generosidad de cada uno de sus miembros, como lo ha demostrado durante décadas; confiamos en el Señor que esta ocasión no será diferente y que la comunidad se volcará a participar para llevar a cabo esta maravillosa tarea.
¡Vamos Santa Mónica, caminemos juntos! ¡Continuemos nuestra labor misionera!
Colaboración: Mari Carmen Benítez R. Ministerio de Comunicación