El pasado 3 de noviembre el Templo de Santa Mónica, convertido en sala de conciertos, tuvo el gusto de acoger a los miembros del Primer Coro Juvenil de esta comunidad, mismo que se integró en el año de 1973, o sea, hace 50 años.
Cincuenta años se dice fácil, pero esta cifra conlleva entrega, perseverancia, amor desinteresado, gusto por hacer comunidad, pero sobre todo, en el caso de este grupo, el deseo de evangelizar a través de la música.
Este concierto además de celebrar los cincuenta años del grupo, también tuvo como objetivo acercar más a sus miembros,
mismos que en su mayoría respondieron al llamado del director del grupo, el señor Antonio Díaz Rendón; asimismo, agradecer a Dios por los integrantes presentes y los ausentes; dar reconocimiento póstumo al padre José Chasco Berasa OAR (Orden de los Agustinos Recoletos), QEPD, quien invitó en el año de 1973, a cuatro jóvenes que acudían a Santa Mónica, todos los domingos, a organizar un coro y, después de algunas convocatorias, el número de integrantes fue aumentando hasta llegar a 54.
La misión que fray José dio al grupo, al cual contagió su entusiasmo y entrega, fue la de integrarse como grupo juvenil y unirse a la comunidad de Santa Mónica, lo cual fue logrado con éxito; cada semana esperaban ansiosamente la llegada del domingo para verse, cantar y así evangelizar.
El grupo se fundió en lazos de amistad y también de noviazgos, algunos de los cuales culminaron en matrimonios que continúan formando parte del grupo; las familias de los chicos se reunían, a veces iban de día de campo, organizaban reuniones y fiestas, eran una gran familia.
Este coro juvenil participó en 1973 en un concurso de coros en el Centro Universitario México (CUM) con la canción Dios Camino y Verdad. También fue invitado al programa de radio La Hora Nacional, grabado en los estudios Churubusco.
No obstante su larga trayectoria, en la que cada domingo primero de mes invariablemente han tocado en la misa de 1:30 P.M. en Santa Mónica, únicamente han organizado tres conciertos: el 30 de noviembre de 1976, el 6 de noviembre de 2015, y el 3 de noviembre de 2023, celebrando sus 50 años de vida musical activa.
El concierto homenaje fue ejecutado magistralmente con precisión y con cariño, el itinerario musical nos acercó a Dios, a la Virgen, a Santa Mónica, con melodías de autoría de Antonio Díaz como: Dios Camino y Verdad y Amor a Dios; Desde el Alba hasta el Ocaso, Verbum Panis, Ave María y Creo en un solo Dios, del italiano Mite Balduzzi, compositor que fue sugerido por fray Bernardo Cerda Sáiz, quien fuera nuestro rector de 2015 a 2018; o Mónica, de la mexicana Gabriela Ríos; también tuvo tintes filiales como la canción Ana Cecilia, compuesta e interpretada por el señor José Trujillo para su hija; asimismo, llevó a recordar la adolescencia de la mayoría de los asistentes, al escuchar canciones de Juan Carlos Calderón y que hicieron famoso al grupo Mocedades, como son El Vendedor, Tómame o Déjame, Eres tú, Dime Señor, mismas que fueron cantadas hasta por los jóvenes que nos acompañaron esa noche.
El domingo 5 de noviembre, en misa de Acción de Gracias, el coro hizo su entrega musical como cada primer domingo de mes y llega a nuestro recuerdo el párrafo siguiente “la unidad de corazones es más profundamente lograda por la unión de voces, las mentes son más fácilmente levantadas a cosas celestiales por la belleza de los ritos sagrados, y toda la celebración más claramente prefigura claramente la liturgia celestial que es promulgada en la ciudad santa de Jerusalén” (Musicam Sacram, #5). 1
¡Nuestra felicitación calurosa a este maravilloso coro que durante 50 años, al orar cantando, ha logrado elevar los corazones de tantos y tantos fieles de la Comunidad de Santa Mónica, que cumpla muchos más!
Colaboración: Mari Carmen Benítez Rincón. Ministerio de Comunicación
1) https://www.catholicsun.org/2011/12/15/la-musica-liturgica-como-participacion-en-cristo/
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Marcela Mereles y del Valle
Yo, Marcela Mereles tuve el honor de integrarme en 2015 al ver el Evento de los 42 años.
Brotó en mi el deseo de participar con ellos, cantando y tocando la guitarra y siguiendo la dinastía Mereles al fallecer mis hermanas que desde adolescentes formaron parte de este tan querido Coro, testimonio de una Iglesia amante de su Dios e integradora de una hermosa Comunidad.
Gracias Toño y gracias Coro!