En el Templo se respiraba un aire distinto, un ambiente en el cual sentimientos encontrados se agolpaban en el ánimo de la feligresía y eso se debió a que este 14 de agosto, la comunidad de Santa Mónica despidió con emoción y agradecimiento a su hasta entonces rector, el bien conocido y apreciado fray Francisco Javier González Castellanos.
Los coros de Santa Mónica en pleno, es decir el Grupo Hermanos, el Grupo Aqua Nueva y el Coro de Niños dieron a la Santa Misa el tono de acompañamiento solemne, de recogimiento espiritual, con un dejo de tristeza y a la vez festivo, ya que celebramos la Resurrección del Señor y, por otra parte, sería la última misa de domingo que celebraría fray Javier como rector de Santa Mónica.
La misa concelebrada con fray Melchor Benito Benito, así como con el resto de la comunidad de frailes fue vivida con gran entrega por los asistentes; fray Javier dirigió palabras de agradecimiento a la comunidad entera de Santa Mónica y la exhortó a seguir continuando con la labor evangelizadora, a la vez dio la bienvenida a fray Melchor como nuevo rector.
Una vez terminada la celebración eucarística se invitó a toda la feligresía a un convivio donde fray Javier, acompañado por la comunidad de frailes, recibió muestras de agradecimiento, aprecio y cariño de toda la gente cuya vida espiritual tocó durante su estancia como rector.
Hace 4 años regresó a esta rectoría en la cual ya había fungido como miembro del equipo sacerdotal y posteriormente como rector de la misma; su personalidad afable fue recibida con gusto por aquellos que no le habían conocido anteriormente,
Convencido de la necesidad que tiene la gente en cuanto a establecer o restablecer su relación con Dios, organizó los Talleres de Espiritualidad y Retiro de Reiniciación Cristiana, que se habían retomado ese mismo 2018, con una gran alegría y participación por parte de la feligresía.
Terminado el Retiro de Reiniciación, se procedió a la formación de ministerios los cuales han sido muy productivos y han aglutinado a gente de todas las edades, cuya meta es servir al prójimo. Meses después, se llevaron a cabo nuevamente ambas acciones con el deseo de llevar el kerigma a muchas personas más.
Podríamos mencionar tantas y tantas labores que se concretaron bajo la supervisión y dirección de fray Javier, pero en esta ocasión queremos decirte simplemente: gracias fray Javier.
Gracias por aquellas almas que rescataste para el Señor, gracias por la escucha, gracias por la palabra amable, gracias por el tiempo dedicado a la gente que te necesitaba, gracias por tu oración, gracias por tus homilías las cuales eran grabadas por varias personas a fin de repasarlas en casa durante la semana, gracias por tu entrega a tu labor diaria, gracias por dar continuidad a la labor catequética y evangelizadora tan necesaria a grupos de diversas edades, gracias por el orden con el que te gusta llevar a cabo todas las acciones propias y de la rectoría, gracias por esa memoria prodigiosa que te hace recordar el nombre de cada uno de los miembros de la comunidad haciéndoles sentir importantes como seres humanos y como hermanos en Cristo.
Como fraile y sacerdote que eres, “nos has sido prestado” a esta rectoría durante cuatro años; nosotros no somos dueños de la presencia de ninguno de nuestros pastores y de eso debemos estar conscientes; por esa razón, aun cuando haya sido una sorpresa el saber que la Provincia de San Nicolás de Tolentino determinó que tu labor debería continuar en otro estado, debemos actuar con generosidad dándote una calurosa despedida aunque por dentro el alma se acongoje, sabiendo que harás tanto bien en Querétaro, como lo has hecho en Santa Mónica; de eso no nos cabe la menor duda.
¡Hasta siempre fray Javier! Que el Señor de la Vida te acompañe y bendiga ahora y siempre!
Colaboración: Mari Carmen Benítez Rincón. Ministerio de Comunicación
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Beatriz
¡Qué le vaya muy bien en Querétaro! Lo extrañaremos.