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CELEBRANDO EL CUMPLEAÑOS DE FRAY MELCHOR

¿Qué mejor manera de celebrar tu cumpleaños que haciendo lo que te gusta, lo que te apasiona?  Pues de esa manera lo hizo fray Melchor, cuya labor pastoral no se detiene ni en días festivos e inició el festejo organizado por miembros de nuestra comunidad con motivo de su cumpleaños, explicando con toda sencillez y claridad a los que le acompañamos, la carta por la paz 2025 escrita por el Papa Francisco, titulada: Perdona nuestras ofensas, concédenos  tu paz.

En el citado documento , elaborado en el marco del jubileo que se celebra este 2025, Papa Francisco explica que aquél  se originó en la tradición judía cuando el sonido de un cuerno de carnero —en hebreo yobel— anunciaba, cada cuarenta y nueve años, uno de clemencia y liberación para todo el pueblo (cf. Lv25,10). “Este solemne llamamiento debía resonar idealmente en todo el mundo (cf. Lv 25,9), para restablecer la justicia de Dios en distintos ámbitos de la vida: en el uso de la tierra, en la posesión de los bienes, en la relación con el prójimo, sobre todo respecto a los más pobres y a quienes habían caído en desgracia. El sonido del cuerno recordaba a todo el pueblo —al que era rico y al que se había empobrecido— que ninguna persona viene al mundo para ser oprimida; somos hermanos y hermanas, hijos del mismo Padre, nacidos para ser libres según la voluntad del Señor”. 1

Dicha carta está dividida en cuatro partes:

I Escuchando el grito de la humanidad amenazada

Cada uno debemos luchar por la justicia y por ayudar al más débil y desvalido, a los migrantes, también luchar en contra de la devastación de nuestro planeta, alzar la voz en contra de la inversión en la industria militar,  romper las cadenas de injusticia y proclamar la justicia de Dios.

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II Un cambio cultural: todos somos deudores

Nada nos pertenece, todo se lo debemos a Dios, las bondades de la tierra están destinadas a todo el mundo, no sólo a los privilegiados; la explotación indiscriminada de la humanidad y de la ecología por parte de los países más ricos debe cesar y éstos deben condonar las deuda externa internacional, mostrando solidaridad con y justicia a nuestros hermanos. Nos debemos los unos a los otros.

 

III Un camino de esperanza: tres acciones posibles

A) que las naciones más ricas se sientan llamadas a condonar la deuda de los países pobres ya sea en forma parcial o total y que se elabore un Documento financiero basado en la solidaridad y armonía de los pueblos; B) “firme compromiso para respetar la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural para que toda persona pueda amar la propia vida y mirar al futuro con esperanza, deseando el desarrollo y la felicidad para sí misma y para sus propios hijos. Sin esperanza en la vida, en efecto, es difícil que surja en el corazón de los más jóvenes el deseo de generar otras vidas”2 y eliminar la pena de muerte en todo el mundo;  C) asignar un porcentaje fijo del dinero asignado al armamento para crear un Fondo que elimine el hambre y facilite el acceso a la educación que promueva el desarrollo sostenible, que la juventud se sienta impulsada a vivir en un mundo mejor.

IV. La meta de la paz

“Busquemos la verdadera paz, que es dada por Dios a un corazón desarmado: un corazón que no se empecina en calcular lo que es mío y lo que es tuyo; un corazón que disipa el egoísmo en la prontitud de ir al encuentro de los demás; un corazón que no duda en reconocerse deudor respecto a Dios y por eso está dispuesto a perdonar las deudas que oprimen al prójimo; un corazón que supera el desaliento por el futuro con la esperanza de que toda persona es un bien para este mundo “. 3

Finalizada la charla, la audiencia brindó un merecido aplauso a fray Melchor por tan clara exposición e inmediatamente después, procedimos a felicitarle por su cumpleaños , entonando al unísono las populares “Mañanitas” y, en vez de pastel, fray Melchor partió la rosca de reyes, resultando bendecido con el niño que, de acuerdo a nuestra tradición mexicana, implica el organizar un convivio en el  que se regalan tamales a los asistentes, para celebrar la fiesta de La Candelaria el día 2 de febrero.

Cabe mencionar, para aquellos que no están familiarizados con las costumbres mexicanas: en la rosca de reyes están ocultas varias figuras de niño que recuerdan al Niño Dios que fue escondido por José y María en la huída a Egipto, evitando caer en manos de Herodes, las personas que  descubren al niño en la rebanada, misma que ellas partieron, son las que proveerán los tamales para la mencionada fiesta.

Así, entre risas y bromas, la gente fue cortando su rebanada de rosca, acompañada por un rico chocolate caliente; fray Melchor, quien se veía muy contento,  departió con todas las personas que llegaron a felicitarle y agradeció la muestras de aprecio que le gente le proporcionó.

 

Colaboración: Mari Carmen Benítez Rincón. Ministerio de Comunicación.

Fotografía: Carlos Guadarrama y Mari Carmen Benítez

  1. https://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/peace/documents/20241208-messaggio-58giornatamondiale-pace2025.html
  2. https://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/peace/documents/20241208-messaggio-58giornatamondiale-pace2025.html
  3. https://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/peace/documents/20241208-messaggio-58giornatamondiale-pace2025.html

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