Gran expectativa generó entre miembros de la Comunidad de Santa Mónica, el curso/taller Llenando mi vida de amor ya que se trata de compartir experiencias de vida que nos permitan sobrepasar nuestros miedos, aumentar la confianza en nosotros mismos y, a final de cuentas, vivir con más amor a uno mismo y a los demás.
El taller fue impartido por la psicoterapeuta María Teresa Estrada, que a la vez es investigadora social, quien, al inicio del mismo nos indicó que el objetivo del curso es aumentar el amor y eliminar o disminuir el temor.
Para ambientar a la gente, la expositora presentó un video con respecto al miedo, las tensiones y el estrés; el ser humano tiene un lado físico, uno mental y otro social y una buena salud consiste en balancear los tres aspectos mencionados. Debemos aprender a manejar el estrés a fin de evitar problemas que puedan ocasionar enfermedades psicosomáticas.
Puesto que, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés está considerado como La Pandemia Mundial, la conferencista nos dio a conocer actitudes que debemos practicar diariamente, mismas que inciden en los tres lados anteriormente citados, como son el dar gracias a Dios, a la vida, al universo, o al creador universal, dependiendo de la creencia religiosa que se tenga, tomar 2 vasos de agua caliente, realizar tres respiraciones diafragmáticas y varios más.
Hizo hincapié la expositora en la necesidad de hacerse responsable de cada uno y así evitar el hablar en términos de: la gente dice, la gente opina, cambiando el discurso a quedar: yo pienso, yo creo, yo opino, lo cual deriva en fortalecer la personalidad propia; la responsabilidad significa poder responder a los retos que la vida nos presenta.
Resaltó la importancia de crear hábitos, no sólo de salud física, sino también de comportamiento para con uno mismo y los demás. Ver cualidades en todo y en todos nos da como beneficio aprender y conocer cualidades de los demás, lo cual abre nuestro horizonte para amar y comprender a la gente.
Nos indicó la expositora que hay diferentes causas del estrés, como son el miedo a lo desconocido, a la muerte, a la enfermedad, a la soledad, a las carencias, a las injusticias, a la inseguridad.
El miedo a la enfermedad, es algo natural, sin embargo no hay que utilizar la enfermedad para lograr un beneficio, urdir artimañas para no hacer frente a las obligaciones y responsabilidades, eso es engañarnos a nosotros mismos.
El miedo al hambre, al hambre de amor, al hambre de atención, al hambre de paz, al hambre de pan, al hambre de amistad, al hambre de entendimiento, ese miedo se combate con acción, todos tenemos hambre de algo y por lo tanto, todos podemos hacer caridad, como lo dijo el poeta Amado Nervo. Todos tenemos los medios para vivir una existencia feliz.
Nuestra vida debe ser una búsqueda de soluciones, no de justificaciones, enfrentar nuestros miedos, aprovechar las oportunidades que nos brinda la vida, sabiendo encontrar el lado positivo de lo que nos sucede: no hay mal que por bien no venga.
Ante la incertidumbre del día en que vamos a morir, debemos actuar con amor a nuestros seres queridos, no esperar a que su ausencia nos apabulle en los momentos de soledad, que el remordimiento nos acose, que la conciencia nos interrogue ante nuestra falta de amor, empatía, cariño, caridad, acciones con las que pudimos que pudimos haber demostrado en vida de la persona amada, que en verdad nos interesaba, que queríamos y buscábamos ser parte de su vida y su felicidad.
¿Estoy siendo feliz, amorosa, útil?, son preguntas que debemos formularnos diariamente, en vez de preocuparnos por la muerte, sugirió la conferencista; los ausentes están presentes en nuestras mentes y corazones.
No te pierdas la conclusión de este curso/taller el lunes 27 de enero en el salón San Agustín a las 6:00 de la tarde, donde tienes una cita con tu capacidad de ser feliz durante toda tu vida.
Colaboración: Mari Carmen Benítez Rincón. Ministerio de Comunicación.