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SAN EZEQUIEL MORENO SANTO AGUSTINO RECOLETO

La fe mueve montañas, y para quienes padecen cáncer, San Ezequiel Moreno se ha convertido en un baluarte de esperanza y consuelo, un intercesor ante Nuestro Señor Dios, para lograr el alivio o recibir la paciencia y resignación necesarias para afrontar la enfermedad, valga la aclaración que  todos los enfermos pueden pedir su mediación, sin importar el tipo de enfermedad que les aqueje.

Como seguramente recordarás, en la Comunidad de Santa Mónica, se designan dos fechas para administrar la unción de los enfermos: la primera el 11 de febrero, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes y la segunda el 19 de agosto, fiesta del Santo mencionado, con el fin de, además de brindarles ese sacramento, hacerles sentir que no están solos, que no se les desprecia, que se les quiere dar acompañamiento, que no se les ha olvidado.

Sabemos ahora,  que la unción de los enfermos es un sacramento de vivos, que restaura la salud y la paz corporal y espiritual, esto ha cambiado la percepción que se tenía antaño, en cuanto a que la unción de los enfermos era el último sacramento que alguien podía recibir, porque la persona estaba a  punto de expirar, lo que en muchos casos, era evitado por el enfermo, ante la creencia de que el sacramento  iba a acelerar su partida, nada más erróneo.

Hagamos nuestras las palabras de la homilía que nos dirigió Fray Melchor el pasado 19 de agosto: comprensión, ternura y cercanía son tres actos que podemos prodigar a nuestros enfermos y a nuestros semejantes en general y esas tres acciones redundarán en salud espiritual, no solo para el enfermo, sino para quien las realiza también.

Una breve semblanza de San Ezequiel nos ayudará a recordar la vida de este gran personaje miembro de la familia Agustino- Recoleta.

“Nació en Alfaro, provincia de La Rioja, España el 9 de abril de 1848, hijo de una familia humilde y muy devota, lo cual marcó la vida de Ezequiel, quien se sintió atraído desde pequeño, a la vida religiosa. Tuvo una niñez tranquila, jugaba y hacía travesuras; fue en la adolescencia donde se empezó a notar la diferencia con los chicos de su edad, ya que en más de una ocasión no fue a alguna fiesta por quedarse a cuidar a algún pariente o amigo enfermo.

A los 16 años ingresó al convento de Monteagudo, Navarra y cinco años después le enviaron como misionero a Filipinas, donde terminó su formación religiosa y  fue ordenado sacerdote en 1871. Le nombraron párroco y tiempo después predicador conventual de Manila; fue excelente administrador e impulsó las obras de caridad.

En 1885, regresó al convento de Monteagudo (España) como prior. Durante tres años trabajó por dejar en los jóvenes novicios el sello de la espiritualidad agustiniana y el amor hacia los pobres.

En 1888 fue enviado a Bogotá, Colombia donde permaneció 5 años como provincial de la orden, dedicándose a predicar y atender enfermos; realizó varios viajes a Casanare que era una región no explorada, para evangelizar y administrar los sacramentos.

En 1894, fue nombrado Obispo titular de Pinara y Vicario Apostólico de Casanare. En 1896, fue nombrado obispo de Pasto. Sus prédicas contundentes y su sencillez provocaron la burla de sus enemigos, incluyendo a algunos obispos, quienes lo atacaron por medio de la prensa local.

En 1905, le diagnosticaron cáncer y, ante las reiteradas súplicas de sus hermanos y de la gente que lo quería, regresó a España para operarse. Lamentablemente, la intervención fue muy dolorosa y no tuvo éxito. Ezequiel solía repetir en aquella etapa de enfermedad: “Dios mío, dame valor para sufrir por ti”.

Ezequiel Moreno Diaz murió el 19 de agosto de 1906. Fue beatificado por el Papa San Pablo VI en 1975 y el 11 octubre de 1992 fue canonizado por el Papa San Juan Pablo II durante la celebración del  V Centenario de  la Evangelización de América”. 1

Al finalizar la misa, se invitó a los asistentes a departir un rato y se les ofreció un refrigerio a base de fruta y aguas frescas, evento organizado por algunos miembros de la comunidad, convivencia que reafirmó la camaradería, aceptación y reconocimiento de todos los presentes.

Finalizamos esta nota con una frase respecto a San Ezequiel Moreno, misma que deberían tomar en cuenta todos aquellos que guían grupos católicos:

“Fue modelo de pastores por su fidelidad a la iglesia y por su celo apostólico”. 2

Colaboración: Mari Carmen Benítez R. Ministerio de Comunicación.

1) https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-celebramos-a-san-ezequiel-moreno-intercesor-de-los-enfermos-de-cancer-65275

2) https://www.vatican.va/news_services/liturgy/saints/ns_lit_doc_19921011_moreno-y-diaz_sp.ht

 

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