RAMÓN LÓPEZ VELARDE SU POESÍA Y SU FE CATÓLICA

No creemos equivocarnos al decir que gran parte de los mexicanos conocemos a Ramón López Velarde, ya que casi todos tuvimos la oportunidad o tal vez la obligación de leer el poema La Suave Patria, pero seguramente pocos saben que el poeta que nació en Jerez, Zacatecas, fue bautizado por su tío sacerdote a la semana de haber nacido que su padre, el señor José Guadalupe López Velarde, abogado de profesión, fue dueño de una escuela católica; que en octubre de 1900 Ramón ingresó al Seminario Conciliar y Tridentino de Zacatecas; que a los 14 años conoció a Josefa de los Ríos (Fuensanta en su poesía); que en 1905 escribe su primer poema conocido “A un imposible” y que estudió leyes en San Luis Potosí.

La poesía, ese género literario que tantos suspiros ha arrancado a mujeres y hombres a lo largo de la historia de la humanidad, es quizá la forma más entrañable de escribir emociones que, gracias al uso de la cadencia y de las metáforas, nos transfiere el sentir del autor, acompañándole en las vivencias transmitidas en su poema.

Dice el escritor uruguayo Eduardo Espina: “También se escribe poesía para estar más cerca de Dios y de uno mismo, pues para eso ya venimos creados a imagen y semejanza suya … la poesía es el arte que permite divulgar emociones y celebrar la honestidad de las cosas que vemos. Su lugar es imprescindible pues deja conocer de otra manera los materiales que todo el mundo conoce y por ello sus únicas obligaciones son consigo misma”. 1

Lo anterior nos sitúa en el escenario en el que tuvo lugar la presentación del maestro Roberto Ramos Trujillo, poeta y escritor, quien invitado por el Ministerio de Cultura de nuestra Comunidad de Santa Mónica, expuso en el Salón San Agustín la conferencia magistral citada en el título.

Comenzó el maestro Ramos, diciéndonos que Ramón López Velarde fue un poeta católico, quien sólo vivió 33 años, nació el 15 de junio de 1888 y murió en 1921, el 19 de junio.

El expositor nos dijo que hay muy pocos poetas en el mundo, comparados con los que escriben prosa, pero no hay una explicación aceptada por literatos y escritores con respecto a la falta de aquéllos; no sucedió así en el Siglo de Oro español, que vio la obra de Quevedo, Góngora, Lope de Vega, San Juan de la Cruz. En los tres siglos de liberalismo que México tiene, no se ha producido un poeta, han habido y hay muchos técnicos y críticos de poesía, más no escritores de ese género.

Ramón López Velarde fue El Poeta y he aquí la paradoja: siendo él poeta católico, quienes más lo han estudiado son críticos que se representan como ateos, agnósticos o liberales, tales como Xavier Villaurrutia, Octavio Paz, Juan Villoro, Guillermo Sheridan, algunos de ellos recibieron becas para estudiar la obra de López Velarde.

Continuó el maestro Ramos dándonos diferentes ejemplos de cómo analizar un verso de un poema, el jugar con un amplio vocabulario, el uso de diversas figuras; la arquitectura empleada en la elaboración de un poema de López Velarde no tiene parangón; poco a poco, llevándonos de la mano, nos fue introduciendo en el mundo religioso del Poeta, quien conocía la riqueza cultural de México.

¡Cuál no fue nuestra sorpresa cuando nos dijo que el poema La Suave Patria es un poema dedicado a la Virgen, no obstante que tenemos una sistema educativo laico plasmado en la Constitución! ¡Además, magistralmente elaborado de tal forma que ni Carranza ni nadie de su gobierno detectó que era un poema netamente religioso!

Para poner en contexto al Poeta, el conferencista hizo un recuento de lo que se vivió en México durante la década de 1910 a 1920; vivió la revolución Mexicana, el asesinato de Francisco I. Madero, la hambruna que azotó al país en 1914, la invasión americana en Veracruz, en el mismo año, la entrada de Álvaro Obregón a la ciudad de México; en 1916 anuncia su libro Zozobra, en 1917 se publica la Constitución mexicana, en 1918 llega la gripe española, termina la Primera Guerra Mundial y cae el Imperio Austro-Húngaro; en 1919 López Velarde publica el poemario Zozobra en la revista México Moderno, el cual tuvo mala crítica; en 1920, después del asesinato de Carranza, renuncia a su trabajo de subsecretario de Gobernación. En 1921, José Vasconcelos, para entonces rector de la universidad, le nombra profesor de literatura mexicana e hispanoamericana en la facultad de Altos Estudios, publica Novedad de la Patria y La Suave Patria.

Asimismo, nos comentó el ponente que a principios del SXX todavía había revistas católicas que publicaban poesía, actualmente ya no hay, ni revistas, ni poetas católicos. Debemos recordar que la persecución religiosa se recrudeció en 1924, sin embargo desde finales del porfiriato, Carranza había demostrado su animadversión hacia la religión católica.

López Velarde no era ajeno a la realidad que se vivía y conjuga en su poesía los factores extremos que se estaban viviendo en su época, con su formación religiosa adquirida en la casa y reforzada en el seminario.

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“Suave Patria: en tu tórrido festín luces policromías de delfín, y con tu pelo rubio se desposa el alma, equilibrista chuparrosa, y a tus dos trenzas de tabaco, sabe ofrendar aguamiel toda mi briosa raza de bailadores de jarabe”. 2
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“Anacrónicamente, absurdamente, a tu nopal inclínase el rosal; al idioma del blanco, tú lo imantas y es surtidor de católica fuente que de responsos llena el victorial zócalo de cenizas de tus plantas”. 3
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“Patria, te doy de tu dicha la clave: sé siempre igual, fiel a tu espejo diario; cincuenta veces es igual el ave taladrada en el hilo del rosario, y es más feliz que tú, Patria suave”. 4

¡La anterior estrofa expresa la dicha del pueblo mexicano al rezar el rosario, al mismo tiempo lo insta a rezarlo e, irónicamente, publicaron el poema íntegro, porque nadie se detuvo a tratar de descubrir el trasfondo del poema!

Terminó el ponente con una invitación a adentrarnos en el selecto mundo de la poesía, a lo cual siguió la ovación unánime de la audiencia.

Colaboración: Mari Carmen Benítez Rincón. Ministerio de Comunicación.