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TALLER DE ESPIRITUALIDAD SINODALIDAD

Gran expectativa causó en nuestra Comunidad de Santa Mónica el anuncio de un nuevo Taller de Espiritualidad, mismo que organizó el Ministerio de Proclamadores, inspirado en los ejercicios espirituales de los agustinos recoletos, con miras a formar parte de la sinodalidad (caminar juntos), la cual en general, es desconocida por nosotros los laicos; este taller tiene por objeto conocer aquélla y además vivirla con el carisma agustiniano.
En la primera parte del taller se nos dieron a conocer conceptos básicos para que todos entendamos que es un sínodo y la sinodalidad.


Sínodo: proviene del griego que significa camino conjunto y comprende dos vertientes, la comunidad o sea el conjunto y la dinámica o sea el caminar; por extensión, el sínodo (implantado en el Concilio Vaticano II, rememora lo que se usaba al comienzo de la Iglesia) es un encuentro del Papa y los obispos, en el cual intercambian experiencias y puntos de vista con respecto a acciones de orden pastoral cuyo fin último es beneficiar a la Iglesia en su conjunto (todos somos Iglesia).
Sinodalidad: “que el pueblo(o sea, todos los bautizados) marche en forma abierta y dinámica, pues la Iglesia sinodal es un Pueblo en marcha que ha de anunciar el evangelio de Jesús a todas las naciones, … el común denominador de los cristianos es el Espíritu que recibimos en el bautismo, es más importante que las diferentes vocaciones de los pastores, los seglares y la vida religiosa: diferencias que no se eliminan, sino que se ponen en diálogo y comunión”. 1
Cinco verbos definen la sinodalidad que son : escuchar, dialogar, discernir, compartir y caminar.


En la sesión introductoria nos hablaron acerca del escuchar y estableciendo un diálogo con la audiencia, vimos los puntos más importantes de esa acción que son: permitir que el otro se exprese con libertad, prestar atención, no interrumpir, dejar tiempo al silencio, decodificar el lenguaje no hablado, nos llena de energía, nos acerca a la verdad, nos ayuda a ejercer la empatía.
El escuchar se da a través de la conversación, la cual es muy importante porque es fuente de conocimiento, lugar de encuentro, descubre el misterio humano, de hecho, los mensajes de Jesús nacieron durante la conversación y las comidas.
El que habla desea ser escuchado y por ello debemos observar el proceso de escucha que es: silencio, libertad de expresión, no juzgar, atención, no interrumpir, decodificar el lenguaje no hablado y termina con silencio. El escuchar nos permite entender al otro.


Ahora bien, primero hay que escucharnos a nosotros mismos, a nuestra pareja, familia, amigos, comunidad, no escuchar palabras sino a seres humanos; ¿Cómo es escuchar con el evangelio en la mano, ¿qué me dice el evangelio? Dios quiere ser escuchado. Sabemos que demostramos que escuchamos a Dios al cumplir su palabra. El que es de Dios, escucha las palabras de Dios. sabe que necesitamos silencio, nos lleva aparte del resto del mundo,
Escuchar es parte sustancial en el caminar juntos, de ahí que tenemos que ser conscientes de que estamos en la misma frecuencia, preguntarnos qué quiere mi familia, mi comunidad, mi rectoría, mi decanato, la Iglesia, Dios.


Posteriormente, abordaron el tema: Escuchar en San Agustín, quien aporta riqueza para aprender a escuchar; hay que estar atentos a las señales de Dios, a las de los hermanos, a las de nosotros mismos; el proceso de escucha que él propone es que no sólo usemos los oídos del cuerpo sino también los oídos del corazón, él fue maestro de interioridad, hay que hacer silencio exterior pero sobre todo silencio interior; dejar de estar concentrado en lo de afuera y entrar en nosotros mismos porque en el hombre interior habita la verdad, ya que Dios vive en nuestro interior desde el momento de nuestro bautismo y desde ahí nos llama, podremos trascender y cambiar de ser agentes pasivos a ser agentes activos que dan a Dios y a los demás; de suma importancia es escuchar la Palabra de Dios, Dios nos dice que no importa que hayamos fallado, que nos ama tal como somos; para escuchar la Palabra de Dios necesitamos hacerlo con humildad, tener deseo de conversión, escuchando con una fe que purifique el corazón es decir, escuchar creyendo que lo que escuchas es el camino, la verdad y lo que te dará vida, para que nos lleve a la contemplación. “Escucha Israel, inclina tu oído” hay que tener la actitud de humildad para escuchar la Palabra. Todos los bautizados estamos llamados a la santidad y Dios nos mostrará su presencia en nuestra vida de una u otra manera.


A continuación hicimos un ejercicio denominado la Conversación en el Espíritu, que fue el método utilizado por cardenales y obispos cuando se reunieron el año pasado con el Papa Francisco; nos dividimos en grupos e hicimos un ejercicio de escuchar a cada miembro del equipo, acerca de la percepción que tuvimos de una oración que nos fue compartida: se nos pidió escuchar en actitud humilde, atenta y orante y posteriormente ( o sea, en la segunda parte) compartimos lo que resonó o impactó en nuestro corazón y por último, qué fue, de todo lo que dijeron los compañeros, lo que más hizo eco en nosotros que se traduce en ¿Qué es lo que nos está diciendo el Espíritu?


Al terminar el ejercicio todos nos sentimos invadidos por una gran alegría por haber participado en una actividad que nos enseñó cuán valioso es el escuchar con atención a los hermanos y cuán enriquecedor resulta hacerlo.
No te pierdas el resto del Taller de Espiritualidad/Sinodalidad, que dio comienzo el 4 de marzo y se llevará a cabo todos los restantes lunes de este mes y hasta el 15 de abril. ¡Disfruta este nuevo formato de Taller, saldrás con una nueva y positiva actitud ante la vida!

Colaboración: Mari Carmen Benítez R. Ministerio de Comunicación.

1) https://pastoralsj.org/creer/3470-que-es-la-sinodalidad

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