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LA MALETA MEXICANA

Pocas veces se tiene la oportunidad de escuchar a una persona que hable con tanta pasión y entrega acerca de los hallazgos de terceras personas y este fue el caso de la interesante conferencia dictada por el Maestro Antonio Delius de la Vega.

En días pasados, organizada por el Ministerio de Cultura de nuestro Templo de Santa Mónica, se llevó a cabo una exposición virtual, acerca de lo que sería el primer legado fotográfico de la Guerra Civil Española. Con gran maestría, el expositor fue llevando a la audiencia a un viaje por Europa, que comenzó en Hungría en 1911, con el nacimiento de Emérico Weisz Schwarz, más conocido como ¨Chiki¨ Weisz; este recorrido incluyó orfandad, persecución, amor, drama, glamour, todo conjugado en la vida de tres reporteros gráficos de origen judío que fueron ¨Chiki¨, Endre Friedmann ¨Robert Capa¨ y Gerda Taro.

Con facilidad de palabra el Maestro Delius, quien ha logrado reconocimiento a nivel nacional e internacional en el difícil y gratificante mundo de la publicidad, fue desplegando ante nosotros la odisea, la aventura que vivieron estos personajes, gracias a los cuales, tenemos una valiosísima herencia fotográfica de la citada Guerra.

 

Después de haber quedado huérfano, Chiki creció en un orfanato, ya adolescente, abandonó Hungría y llegó a Berlín, acompañado de Capa, posteriormente se trasladaron a París y ahí fueron empleados por la agencia Regards; fue en París donde Capa conoció a Gerda, quien también era de origen judío. En 1936, van a España, al frente de batalla, como reporteros de guerra. Desafortunadamente, Gerda muere atropellada por un tanque, al estar cubriendo la Batalla de Brunete; fue hospitalizada en El Escorial, donde falleció al día siguiente 27 de julio de 1937, su cuerpo fue transferido a París y enterrado con honores en el cementerio Père Lachaise.

Posteriormente, Chiki regresa a París y al terminar la Guerra Civil en España, Capa lo hace también; poco tiempo después, todavía en 1939 (recordemos que la Guerra Española terminó el 1 de abril de 1939), Capa se ve obligado a abandonar París y encarga a Chiki la custodia de 4,500 negativos, los cuales contienen no sólo fotografías de la guerra señalada, sino también de personas con quienes cultivó amistad o relación cercana, como Gerda Taro, Federico García Lorca, Ernest Hemingway, por mencionar algunos.

Chiki guarda cuidadosamente los negativos en una maleta y emprende un viaje en bicicleta a Marsella, este puerto estaba repleto de refugiados españoles, que buscaban la manera de salir de Europa, para ir a América. Chiki no pudo emprender el viaje en aquella ocasión, ya que fue hecho preso y enviado a un campo de concentración en Marruecos, pero sí logró entregar la maleta al mexicano Francisco Javier Aguilar González, general retirado que trabajaba en el servicio exterior, quien llevó la maleta a su casa, en la Ciudad de México, donde permaneció 70 años.

Debido a la ignorancia, a la falta de interés y hasta de curiosidad, nadie advirtió la presencia de esa valija, tal vez haya sido para beneficio nuestro; Chiki escapó del campo de concentración y vino a México en 1942, gracias a Capa quien logró el apoyo de Lázaro Cárdenas y pudo venir en el último barco que zarpó de Europa a América durante la Guerra Mundial; el Serpa Pinto; en México, trató de localizar el maletín pero no tuvo éxito. No todo fue tristeza o amargura en la vida de Chiki; se casó con la pintora Leonora Carrington, con quien tuvo dos hijos y permanecieron casados hasta la muerte de él en 2007. Si bien Chiki no era una castañuela, su lealtad compensaba con creces su carácter taciturno: nunca quiso aceptar crédito por las fotos que él había tomado, por agradecimiento a Capa.

Con el transcurso de los años la maleta llega a manos del cineasta Ben Tarver, sobrino del general Francisco J. Aguilar, quien a su vez la entrega a Cornell Capa, hermano de Robert, por intercesión de Trisha Ziff quien realiza un documental sobre La Maleta Mexicana. El pasado histórico vivido, que no por no ser contado se borra de la memoria, el cúmulo de sinsabores, la angustia, el temor ante lo desconocido, todo eso y mucho más nos muestran los negativos de La Maleta Mexicana , para que nos sirva de lección y de catarsis, esto no habría sido posible conocer sin la entrega desinteresada a la amistad por parte de Chiki, a quien el Maestro Delius ha nombrado con toda justicia un héroe casi desconocido.

Colaboración: Mari Carmen Benítez Rincón. Ministerio de Comunicación.

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